sábado, 29 de diciembre de 2012

Una receta para la felicidad



Así se presenta esta divertida comedia sobre el frenético mundo de las estrellas michelin y los grandes chef con reconocido prestigió. Con mucho humor al estilo francés es entretenida y dinámica, utilizando los tópicos que todos conocemos sobre el carácter de los chef franceses y su peculiar forma de hacer las cosas, deja ver de trasfondo una crítica con mayúsculas a la cocina española, más concretamente a la denominada cocina molecular, podemos verlo como una simple anécdota o como un verdadero ataque, ya que esta arma y recurso es utilizado por los fogones galos siempre que pueden, la figura de Santiago Segura vestido con traje de diseño en la cocina mientras que todos los demás uniformados perfectamente,rodeado de pipetas, ollas con líquidos fosfóritos humeantes y como resultado final unos cuadradillos de gelatina que ninguno es capaz de definir que sabor tiene y una explosión por todas las paredes es sin duda un pequeño pellizco, además la figura de la industria también se ve muy criticada al insinuar que deben utilizar sus productos para que el gran público los comprar sin importar el sabor ni el resultado, muy cómico también el restaurante de cocina molecular, parece que entran en una nave espacial y el vino? Sin alcohol y sin uva...