domingo, 3 de febrero de 2013

La despensa


Cada día recorremos los pasillos de los centros comerciales en busca de nuestros ingredientes para cocinar, solemos comprar cosas que sin darnos cuenta podemos conseguir de muchísima más calidad solamente dando un pequeño paseo por el campo, en el nuevo apartado que llamáremos,la despensa, iré mostrando hierbas, brotes y demás cosas que la naturaleza nos ofrece y que en muchos casos no solemos apreciar.
El Romero es un muy buen ejemplo para dar inicio a nuestra despensa, más concretamente sus flores. Estamos en plena floración y como podéis ver están llenos todos los arbustos, propongo que además de recoger unas cuantas puntas que podemos utilizar fresco en infinidad de platos, recolectemos sus pequeñas flores. Las flores tienen todo el aroma y sabor pero de una manera más elegante más sutil, aportan un pequeño matiz además de ser muy bonitas visualmente, las podemos colocar directamente sobre el alimento una vez limpias con abundante agua y unas gotas de lejía alimentaria. Pero como no las podemos disfrutar todo el año, os diré lo que yo hago, las preparo de dos maneras, secándolas y de esa manera las puedo seguir espolvoreando o preparando algo que esta muy de moda en los últimos años,una flor de sal. Para ello no necesitamos secar las flores ya que la humedad que nos aportarán a la sal potenciara su sabor, elegiremos una sal de calidad a poder ser la llamada flor de sal que en la mayoría de los casos esta sin refinar y es la más pura, si vivimos cerca del mar podremos recogerla nosotros mismos de los agujeros que hay en las rocas y que se a secado de manera natural, en ese caso solo retiraremos la capa cristalizada de la parte superior. Mezclamos las escamas de sal con las flores y dejamos dentro de un recipiente hermético en un lugar seco, veremos a los pocos días como el sabor y el aroma a pasado a la sal y como podemos disfrutar de una carne a la parrilla con un delicioso toque de Romero .